- ... ¿entregarás a tiempo?
- … ¿qué porcentaje hemos entregado?
Estas son las preguntas que escuchamos a menudo cuando estamos involucrados en el desarrollo de software.
En un principio parece una pregunta inofensiva, pero al observar los comportamientos que se generan en las personas, puede ser un desincentivo a la hora de generar el impacto y valor que tanto ansían las organizaciones.
En escenarios como este, es común ver que se gasta mucho tiempo y dinero sin expectativas de un impacto significativo en la estrategia de la empresa e incluso en las necesidades de los clientes.
Cuando se les pregunta sobre la falta de entrega, los equipos encuentran formas de justificar los malos resultados con: "Solo necesitamos más tiempo" o "Todo está bien de nuestra parte, solo falta...", posponiendo cualquier decisión de entregar valor y sobrecargando aún más el presupuesto de la empresa.
Al observar algunas organizaciones en este escenario, identificamos algunos problemas comunes:
- Alto coste de coordinación: viviendo en el caos, con correos electrónicos interminables, plazos incumplidos, reuniones para programar reuniones; es decir, pasamos más tiempo trabajando para justificar la falta de entrega que realmente trabajando para entregar;
- Pérdida de aprendizaje: como el foco es entregar las cosas en un plazo determinado, las personas no saben qué problema están tratando de resolver y cuál es el impacto en el negocio, generando una visión miope del propósito y, en consecuencia, equipos reactivos (siempre esperan las decisiones de sus superiores);
- Falta de ROI: sentido de integridad basado en actividades completadas en lugar de entregar valor a los clientes, sin valor entregado a los clientes no hay retorno de la inversión;
- Software almacenado: la funcionalidad construida no está en producción. No está en uso. Si no se usa, no hay feedback. Sin feedback, no sabemos si estamos en el camino correcto.
¿Qué pasaría si la eficiencia del equipo no fuera un problema? Si tuviéramos el mejor equipo del mundo, ¿estaríamos entregando valor al cliente? Solo hay una forma de validarlo: entregar y recopilar feedback en ciclos cortos.
“El uso define el producto”
Rafael Sabbagh
Siguiendo este razonamiento, está claro que el problema no se centra en la eficiencia del equipo, sino en la efectividad de sus entregas; es decir, en entregar algo de valor e impacto al cliente. De esta manera, el cliente utiliza el producto y solo entonces puede dar su feedback sobre cómo de cerca o lejos estamos de resolver sus problemas.
El escritor de ciencia ficción Theodore Sturgeon dijo que “un 90% de todo es basura”. Esto tiene completo sentido para el proceso de desarrollo de productos de software. Cuánto tiempo y dinero desperdiciado construyendo productos que nadie necesita. Para eliminar o minimizar este escenario, necesitamos urgentemente cambiar el enfoque de desarrollo tradicional, enfocarnos en el 10% relevante y generar impacto para el cliente:
Love the problem, not the solution
Entiende el problema que tratas de resolver: qué es, quién lo siente, cuándo sucede... No te pierdas en soluciones maravillosas para problemas que nadie los vive.
Haz algo útil
Conociendo profundamente el problema, piensa en una solución rápida y sencilla que no tenga que cumplir con todos los criterios, solo la causa raíz de este. Incluso puede ser una solución temporal, pero prueba el uso con el usuario y pídele su feedback.
Mide el progreso en función del valor entregado
El éxito no es marcar una casilla
El éxito es producir un impacto
Si completas todas las tareas y nada mejora, eso no es el éxito.
@cwodtke
¿Qué significa que el 90% de algo no funciona? NADA, absolutamente NADA. La solución es centrarse en algo tangible, que genere impacto en los negocios y en la vida de los clientes.
¿Le gustaron las recomendaciones y se identificó con las mismas? Deje su comentario.