En este mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo en el que nos toca vivir, trabajar y reaccionar de manera ágil es una necesidad para nuestras organizaciones.
En un mundo que cambia constantemente, trabajar con un pensamiento flexible, que está más abierto a aprender, desaprender, reaprender (hacer nuevas configuraciones mentales) es algo esencial, y esto es algo que tenemos que enseñar desde el inicio del proceso de aprendizaje de los niños.
En este escenario, la agilidad vino para quedarse, como una tendencia contagiosa, transformando a su paso la manera de pensar nuestro trabajo y la relación de nuestros equipos.
Y ese contagio es imparable, va saltando de sector a sector, promoviendo organizaciones más plurales, más horizontales, y más centradas en el aprendizaje continuo.
Pronto, como era de esperar, este movimiento aterrizó en la educación.
El proceso comenzó quince años atrás, cuando un profesor de los Países Bajos, Willy Wijnands, empezó a aplicar y a adaptar el enfoque iterativo e incremental de Scrum, uno de los marcos de trabajo de la Agilidad, en sus clases de Ciencias, y así fue contagiando a muchos otros profesores de distintos lugares del mundo a cuestionarse continuamente cómo motivar e involucrar más en el proceso educativo a los alumnos de todos los niveles.
Eduscrum, así como Scrum y toda la cultura Agile, tiene que ver con aprendizaje y evolución; es una manera de ayudar a las personas a buscar este constante aprendizaje. Es una manera de ayudar a mantener viva la curiosidad, característica innata de los niños que dejamos de lado en sistemas tradicionales de enseñanza.
¿Pero qué es eduScrum?
Explicado de manera sencilla, eduScrum es un proceso activo de educación colaborativa. Constituye un marco de trabajo que ayuda a los estudiantes a hacer frente a problemas complejos a través de un abordaje basado en la creatividad para potenciar el desarrollo personal y alcanzar con mayor valor los objetivos de aprendizaje planteados.
Para lograrlo, este marco propone que los alumnos trabajen en equipos autoorganizados para gestionar el flujo de aprendizaje, poniendo en práctica un mindset ágil desde la primera clase.
Para facilitar el proceso, los alumnos trabajan en equipos, aprenden a administrar su flujo de aprendizaje, y visualizan el progreso a través de herramientas de pensamiento visual.
eduScrum pone la educación cabeza abajo
A partir de este enfoque, los estudiantes forman equipos, completando tareas priorizadas en ciclos cortos de trabajo. De esta manera, cada equipo planifica y determina sus propias actividades y mantiene un registro del progreso.
En ese entorno, el profesor ayuda a delimitar esas tareas, acompaña el proceso y da apoyo.
De esta forma, los estudiantes se convierten en dueños del proceso de su propio aprendizaje, generando una espiral de motivación intrínseca, diversión, crecimiento personal y mejores resultados académicos.
La magia de eduScrum
En este marco, el profesor invita a los estudiantes a partir de su explicación del POR QUÉ se abordará el proceso de aprendizaje con esta visión, y QUÉ (CUÁL) será el contenido abordado en el proceso, mientras que los alumnos serán los encargados de ir delineando los CÓMO en cada ciclo corto de trabajo.
Una de las ideas claves de este abordaje es favorecer el aprendizaje personalizado, fomentando la interacción a través de las cuatro C en la educación: creatividad, colaboración, comunicación y pensamiento crítico.
eduScrum introduce en el proceso de aprendizaje los roles, los eventos y algunos artefactos de Scrum para facilitar el flujo de trabajo.
De esta forma, los equipos están facilitados por un eduScrumMaster, y que ayuda a que el trabajo fluya a través del marco y ayuda a identificar y remover los impedimentos. El profesor cumple la función de Product Owner, determinando los diferentes contenidos académicos que deben ser abordados en cada ciclo, o Sprint, y asimismo los prioriza para abordarlos de acuerdo al valor para el proceso de aprendizaje.
Cada equipo de alumnos posee su propio Backlog de Aprendizaje, priorizado, donde las tareas se van moviendo en un tablero, y donde se van reflejando todos los avances en el aprendizaje. Al principio de cada Sprint el equipo planifica el trabajo que van a realizar a lo largo del ciclo, estimando el esfuerzo dedicado a cada tarea. Asimismo, en cada clase los alumnos se reúnen en una reunión diaria de avance, donde comparten lo que han realizado, lo que van a acometer y si tienen algunos impedimentos.
Al finalizar cada Sprint, los equipos dedican un tiempo para mostrar los avances realizados, y recolectar feedback del PO (momento de Review).
Finalmente, antes de iniciar otro ciclo de trabajo, el equipo realiza una reunión de retrospectiva, donde analiza cómo pueden mejorar sus interacciones y entregas, identificando puntos de mejora continua en la forma de trabajo del equipo.
Los fundamentos pedagógicos de eduScrum
El abordaje de eduScrum se basa en promover un proceso de aprendizaje más efectivo y eficiente, fomentando el trabajo en equipo y el conocimiento mutuo.
Por ello, eduScrum agrega una ceremonia propia del marco, que consiste en la propia formación de los equipos de trabajo, con un formato colaborativo y basado en las habilidades propias de los miembros de cada equipo.
A partir de múltiples herramientas pedagógicas y andragógicas desarrolladas por el equipo de trainers de eduScrum, se acompaña el proceso iterativo e incremental de enseñanza - aprendizaje, fomentando una visión crítica, pero a la vez colaborativa, del proceso.
Y como siempre decimos… eduScrum es muy fácil de entender, pero es difícil de implementar. ¿Y cómo lo implementamos? ¡Experimentando! ¿Vamos a intentarlo?
Si quieres sumarte al próximo entrenamiento de eduScrum, ¡Contáctanos!
Este artículo fue escrito por Fernanda Magalhães y Ximena Valente.