Aquí abordaremos el tema de los entornos de trabajo hostiles para las personas y cómo la agilidad juega un papel importante frente a los estándares que favorecen el Acoso Moral.
Pero, ¿qué sería exactamente una amenaza dentro de un entorno de trabajo? ¿Perder el empleo? ¿Quedarse sin salario? ¿Que no te guste el trabajo que haces? ¿Recibir un trato duro?
Algunos Ejemplos
Algunos ejemplos de frases pronunciadas por un gerente a un empleado:
“¡Pero esto es muy fácil, incluso yo sé cómo hacerlo!”
"Si cometes un error, no puedo confiar en ti".
“Aquí tienes que ponerte en tu lugar”
“Sacaste a la compañía de la M**** y la pusiste en el lodo”
“Aquí no eres nadie”
“No te pago para pensar”
Algunas frases son fuertes y otras comunes, pero nada que te resulte imposible decir en una oficina. Da miedo cómo esto ocurre sistemáticamente en un entorno tan importante como el laboral. Así que, hablemos un poco sobre este entorno antes de continuar.
¿Cuál es el valor de tu trabajo?
Además de la respuesta más obvia, que sería el sustento económico, para ti: ¿Qué hay en el trabajo que te hace humano?
Si nos fijamos en áreas de estudio que se enfocan en este tema como la psicología, la sociología o la filosofía, hay muchas ideas que sostienen que el trabajo juega un papel fundamental en la vida humana y en la formación del individuo.
Va mucho más allá del salario, o de cómo está organizada nuestra sociedad hoy en día. Tiene que ver con la realización personal, con sentirse útil, con encontrarle sentido a los días y un propósito para el futuro.
El trabajo es una gran parte de nuestra identidad.
Esto es fácil de entender cuando nos presentan a una nueva persona o cuando preguntamos: "¿Quién es él?" La respuesta casi siempre estará relacionada con su trabajo: “Él es desarrollador de la empresa Xpto”, “Ella es pediatra”. El trabajo dice mucho sobre quién eres.
Max Weber abordó el tema en una frase sencilla y conocida: “El trabajo dignifica al hombre”.
Pero, ¿qué es exactamente la dignidad? La etimología de la palabra lo resume bien: dignitas: “lo que tiene valor”
Por lo tanto, el trabajo es una actividad crítica para:
- Formar tu identidad.
- Fomentar tu dignidad.
- Perseguir tu propósito.
Si el trabajo es tan importante, ¿qué pasa cuando no cultiva, sino que amenaza estos pilares?
Es como si la comida te envenenara de repente, el agua te diera sed o tu propio hogar no te protegiera de la lluvia. Estamos llegando a la amenaza que nos gustaría destacar.
Amenaza
Ante este contexto destructivo, surge una pregunta fundamental:
¿Qué le sucede a un ser humano cuando pierde su identidad, valor y propósito?
Los síntomas psicológicos más conocidos son el estrés, la ansiedad y la depresión. Llevando el argumento al extremo, podemos decir que, en cierto modo, el individuo se vuelve menos humano. A continuación, se presentan algunos comportamientos que se observan:
- Inercia: Hace que la persona no reaccione ante las situaciones, no busque ayuda o, por ejemplo, no cambie de trabajo. Esto puede suceder inicialmente por algún miedo o seguridad al pensar que puedes manejar la presión, lo que en el fondo te deja con una parálisis moral.
- Personificación: Las ofensas terminan siendo aceptadas por el individuo. Termina creyendo que en realidad es malo en cierta actividad o que nunca es capaz de cumplir con ninguna tarea, lo que lo anima a anularse.
- Pérdida de identidad: Juntando los dos elementos anteriores, podemos llegar a un escenario en el que el individuo y el papel que desempeña se vuelven uno. Es como si no existiera fuera del contexto laboral, siendo exactamente lo que hace, hace todo lo que se le asigna, no lo cuestiona. Termina convirtiéndose en un mueble, un recurso, una máquina para la empresa donde trabaja.
- Suicidio: La última conducta en escenarios más graves es recurrir a medidas desesperadas, buscando alivio detrás de la idea de dejar de existir por completo.
Acoso Moral
Todo este patrón de comportamiento nocivo en el ambiente laboral es característico del acoso moral.
Este término puede verse con algunos prejuicios, siendo muchas veces ignorado por completo o abordado desde una perspectiva simplista y práctica. Si te ha pasado a ti, sería muy simple e ingenuo creer que la culpa es únicamente de tu maltratador; pero él, como tú, es solo un actor en la escena que constituyó el acoso.
Por lo general, no es un problema aislado dentro de una empresa, sino toda una cultura deteriorada que lo sustenta. Investigando más de cerca las características culturales, es común encontrar elementos como:
- Beneficio a cualquier precio;
- Plazos estrictos;
- Castigo por no alcanzar la meta;
- Ritmo de trabajo insostenible;
- Acoso como forma de gestión;
- Control excesivo;
Como puedes imaginar, este problema es global y visible en empresas de cualquier industria.
La socióloga Valquíria Padilha narra un caso de estudio en el sector bancario que dice:
en 2013, el 66% de los empleados bancarios reportaron haber sufrido acoso moral en el trabajo. El 80% de estos experimentó situaciones incómodas en el trabajo al menos una vez a la semana. En 2009, hubo un intento de suicidio por día en la industria bancaria.
La principal causa del acoso moral es la presión por las metas.
El mayor problema de esta forma de gestionar no es la baja eficiencia, sino la muerte de personas.
¿Dónde entra la Agilidad?
La agilidad forma una cultura innovadora orientada al trabajo. Sus valores y principios se describen en el Manifiesto Ágil y surgieron en el contexto del desarrollo de software.
En entornos de trabajo que ya cuentan con una mentalidad ágil, no debe haber lugar para casos de acoso moral.
¿Crees que es posible que una empresa tenga una cultura ágil, pero aun así haya casos de acoso moral dentro de ella?
Si es así, ¿podría esta empresa estar utilizando prácticas ágiles que son excelentes para el negocio y productivas para la operación, pero se está descuidando en un tema de igual importancia para la agilidad?
Una idea común que se ve en la agilidad es que la felicidad es más importante que el valor, ya que el propio valor comercial, en general, implica proporcionar felicidad a algún cliente. Y entregar felicidad sin tenerla internamente es poco probable.
Hay algo más relevante en la agilidad que la eficiencia en el proceso productivo. La entrega de valor es una optimización local. El mayor beneficio es cómo cambiamos la relación de las personas con el trabajo.
Herramientas ágiles
¿Y ahora? ¿Qué se puede hacer?
Con herramientas y prácticas ágiles tenemos soluciones directas contra la cultura del acoso moral.
Una gran colección de prácticas de gestión que se oponen a la cultura de mando y control y trae diferentes prácticas, tales como:
Delegation Board, Moving Motivators y Meddlers.
Una herramienta que puede resaltar los cuellos de botella en el proceso y, debido a que tiene la cultura Lean en su núcleo, brinda una visión diferente de las entregas y aclara los propósitos de todos los involucrados en la cadena de valor. Kanban también toca el tema de la asignación del 100% y cómo se desaconseja enfáticamente.
Notoriamente utilizado por Google, es un modelo de cómo organizar los objetivos de una manera más concreta, objetiva e inclusiva, en contraposición a los modelos opresivos de exigencia que generalmente no llevan la empresa a ninguna parte.
Este tema puede parecer alejado de nuestra rutina, o incluso inexistente, pero como sigue siendo un tabú, se convierte en un problema silencioso. Entiendo que la agilidad ha proporcionado un cambio drástico en la relación de las personas con el trabajo y, ciertamente, es un camino que debe intentarse en todas las empresas que padecen esta enfermedad.
